¡Buenas tardes!
Hoy os traigo una entrada relacionada con la 2ª sesión de clase de didáctica con Luz, que tuvo lugar el pasado miércoles 19.
2ª sesión
Para empezar la clase, realizamos
una warm up activity, en concreto un crucigrama. La profesora nos repartió dos
hojas, uno con el crucigrama y el otro con las pistas, que eran curiosidades
sobre nuestros compañeros, así que los huecos los teníamos que completar con
sus nombres.
En este caso, nosotros nos
levantamos y fuimos preguntando a nuestros compañeros para intentar rellenar el
crucigrama, pero si las clases son muy revolucionadas, también se pude hacer
por parejas o por grupos pequeños. Al mismo tiempo que se realiza la actividad,
el profesor también puede evaluar quién habla, quién sabe hace preguntas, quién
no interviene... Como premio, al que finalice antes
se le pondrá un cuño en la mano, como ocurrió en este caso con mi compañero
Damián.
Después de esta pequeña
introducción, Luz nos explicó qué eran las competencias básicas y como podíamos
trabajarlas en clases de idiomas, que es el tema en el que me centraré a
continuación.
Las competencias básicas no son
algo que se adquiera en una fecha, lugar y asignatura determinadas, sino que
son transversas, es decir, se aprenden a lo largo de toda la enseñanza y el
todas las asignaturas (así como en las tutorías o en el recreo). El colegio no
es el único responsable del aprendizaje de estas competencias, sino también la
propia familia.
Las competencias lingüísticas son 8
y son las siguientes:
- Competencia en comunicación lingüística
- Competencia matemática
- Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico
- Tratamiento de la información y competencia digital
- Competencia social y ciudadana
- Competencia cultural y artística
- Competencia para aprender a aprender
- Autonomía e iniciativa personal
A continuación, comentaré como se
puede trabajar cada competencia en una clase de lenguas extranjeras.
Para trabajar la competencia en
comunicación lingüística, podemos proponer una actividad en la que dos alumnos
voluntarios salgan a la pizarra. Uno de ellos hará de dependiente de una tienda
y el otro será el cliente. Nosotros le enseñaremos lo que debe comprar, que
será algo que no sepa decir en la lengua extranjera, así que para ello será
necesario que lo describa. De esta manera, también se trabajan las relaciones
sociales, puesto que cuando el cliente entra en la tienda saluda al dependiente
educadamente y viceversa.
La competencia matemática se pude
trabajar de diversas maneras, no es necesario hacer cuentas. Los números están
presentes en muchos aspectos de la lengua extranjera (las horas, las medidas de
peso, de longitud o los números de teléfono, por ejemplo). Luz nos propuso una
actividad en la que el profesor realiza varias preguntas el alto (How many
minutes are there in an hour? o How
many minutes are there in a day?, entre otras) y los alumnos tendrán que contestar
el alto. Además, si esta actividad se plantea en plan concurso, captaremos su
atención.
En cuanto a la competencia en el
conocimiento y la interacción con el mundo físico, podemos ver algún vídeo de
la revista National Geographic u otras fuentes o incluso realizar algún
cuestionario (relacionado con el uso de las tecnologías, por ejemplo).
La competencia digital se puede
trabajar con vídeos o canciones, que traten aspectos de interés para la clase.
Luz nos mostró el videoclip de la canción Technologic, del grupo Daft Punk, en
la que se tratan los verbos y en vocabulario básico relacionado con el mundo de
la informática.
En el caso de la competencia social
y ciudadana, una forma muy amena de trabajarla es presentando un vídeo sobre
las diferentes costumbres que existen entre las diversas culturas, como el que
vimos en clase “10 surprising ways to offend people in other countries” el cual
os dejo a continuación, puesto que me ha parecido realmente interesante.
En lo que concierne a la competencia
cultural y artística, una manera muy amena de trabajarla es haciendo un trabajo
en común con otra asignatura, como por ejemplo plástica, que nos permite que
los alumnos desenvuelvan su creatividad. Otra actividad interesante sería
enseñarles algún cuadro que desconozcan y pedirles que inventen la historia de
la vida de esa persona a partir de dichos cuadros.
La penúltima competencia, conocida
con el nombre de “aprender a aprender” sirve para hacer al alumnado consciente
de los tipos de aprendizaje. Hay dos aspectos que nos ha comentado Luz que me
han parecido realmente importantes: por un lado, no se debe corregir en rojo,
sino en lápiz, por ejemplo, puesto que así se fijarán más cuando observan los
errores. Por otra parte, también es bueno que los alumnos sepan autocorregirse,
por eso podríamos solo indicar de qué tipo son los fallos (tense o plural, por
ejemplo) en lugar de corregírselos.
Por último, la autonomía e
iniciativa personal se puede trabajar pidiéndoles una actividad voluntaria. En
este caso, Luz les propuso a sus alumnos entrevistar a los turistas procedentes
del Independence of the Seas. Así, ellos serán autónomos y podrán tomar sus
propias decisiones (como por ejemplo, si ir o no ir, decidir qué preguntas
hacer y en qué formato entregarlas).
Además, al final de la clase, tuvimos la oportunidad de presentar la actividad que Luz nos había pedido la semana pasada: organizar una actividad con lo que tenemos en el bolso. Algunos compañeros presentaron su actividad delante de toda la clase, otros lo hicimos en grupo. Para mi actividad, se necesitaban 5 cosas: una pinza del pelo, un lápiz, un rotulador, unos cascos de música y unas pastillas, 5 objetos que siempre llevo en el bolso. En una clase de 20 alumnos, por ejemplo, los dividiría en 4 grupos de 5 y les daría a cada uno uno de estos objetos, de manera que cada grupo tendría una profesión: el grupo con la pinza serán peluqueros, el grupo con el lápiz serán escritores, el grupo del rotulador serán pintores, el grupo con los cascos serán cantantes y, por último, el grupo que tenga las pastillas serán médicos. Cada grupo tendrá que debatir las ventajas y desventajas de su trabajo para que después, uno de cada grupo, salga al encerado a defender por qué su trabajo es el mejor y sus razones.
Además, al final de la clase, tuvimos la oportunidad de presentar la actividad que Luz nos había pedido la semana pasada: organizar una actividad con lo que tenemos en el bolso. Algunos compañeros presentaron su actividad delante de toda la clase, otros lo hicimos en grupo. Para mi actividad, se necesitaban 5 cosas: una pinza del pelo, un lápiz, un rotulador, unos cascos de música y unas pastillas, 5 objetos que siempre llevo en el bolso. En una clase de 20 alumnos, por ejemplo, los dividiría en 4 grupos de 5 y les daría a cada uno uno de estos objetos, de manera que cada grupo tendría una profesión: el grupo con la pinza serán peluqueros, el grupo con el lápiz serán escritores, el grupo del rotulador serán pintores, el grupo con los cascos serán cantantes y, por último, el grupo que tenga las pastillas serán médicos. Cada grupo tendrá que debatir las ventajas y desventajas de su trabajo para que después, uno de cada grupo, salga al encerado a defender por qué su trabajo es el mejor y sus razones.
Nada más, espero que os haya
gustado esta clase tanto como a mí. Siento la extensión, a veces intento ser
más breve, pero todo me parece realmente interesante. La próxima entrada consistirá en la explicación de la actividad que nos ha pedido Luz, en la que trabajemos al menos 2 competencias (además de la lingüística).
¡Un saludo a todos!
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